Poner a Trabajar la Imaginación
Esto parece fácil, es como muchos dirán: pensar y luego existir, como si todos de una manera innata fuéramos una fábrica de ideas, con exactitudes donde cada ser proporciona productividad de manera instantánea y sin el mínimo esfuerzo, pero muchos se han dado cuenta que no es así, esa no es una realidad; también tenemos gente que de manera poco prudente, ausente de tacto, o malintencionada, relacionan un trabajo, hagámoslo con un ejemplo clásico: eso lo puede hacer hasta mi sobrina que se la pasa todo el tiempo en las redes sociales, para anunciar que el community experto en redes, tiene un ocio, más no un trabajo. Sin embargo, muchos en este tiempo asumieron este reto de -hacerlo ellos mismos- por temas de presupuesto o de tiempo y se encontraron con muchos peros y también se dieron cuenta de la realidad, en cierta manera me alegra y me parece bueno que lo intentaron para sacar reales conclusiones, de las cuales, he escuchado como resultado el valor a nuestro trabajo.
Eso de poner a volar la imaginación o el de valorizar las cuentas de redes sociales de un cliente, tiene mucho de estrategia + mucha dedicación con un común denominador: tiempo, ser productivos es valor de tiempo.
y el tiempo no se recupera, pero una cosa es poner a volar la imaginación y otra cosa es que con creatividad llevada con innovación, podamos hacer que esta imaginación concrete una idea para hacerla aterrizar en un proyecto y este proceso tiene muchos bullets, para que una idea se concrete, siendo detallistas y sobre todo que logre el objetivo deseado, para eso, tiene que pasar por una serie de pruebas y ahora más que nunca, sobre análisis de situaciones, su posición y datos digitales, entonces el poner a trabajar la imaginación, no solo amerita una lluvia de ideas, sino que tiene que ver más con una planificación y como objetivo: resultados.
Los resultados son la meta material de nuestra creación, como dijimos anteriormente lleva procesos que se tuvieron en cuenta para que después se conecten con: la empatía, la colaboración, la exploración y la experimentación, determinemos un poco cada una de estas conexiones, ya que al final de la trayectoria son las que nos proporciona el dato si es competente o no, la empatía se basa en expandir el pensamiento y afianzar nuestros sentidos, la colaboración nos da los puntos de vista necesarios para enriquecer los procesos creativos y marcar un propósito definido, la exploración nos da esa curiosidad que para llenarnos de identidad e imaginación y la experimentación nos da el espacio para probar la ideas, evaluarlas, refinarlas y lo mejor llevarlas a la práctica.
Todo esto pasa en el proceso profesional de poner a trabajar la imaginación, para crear, para hacer un acto relevante y adoptando cultura o por qué no creando una mejor sociedad.
Antes se podía ver este proceso de la siguiente manera: tomar un lápiz y papel, uno que otro gesto, después fruncir las cejas, borrar y transcribir, unos que otros papeles en el cesto de la basura y luego !pum! idea convirtiéndose en realidad, ya sabemos que ahora es mas que eso, somos más técnicos, más competitivos, y queremos que sea lo mejor, esa idea relevante que perdure en el tiempo, así que cuando con una cierta delicadeza (lo hacen así por que saben qué están pidiendo) alguien te diga: "pon a trabajar tu imaginación"
recuerda que el común denominador de toda esta ecuación es el tiempo y ¡el tiempo vale! como también el ser productivo en las redes.